Zahu Birhane

Soy viuda, tengo 50 años y vivo en el poblado de Adi Sarawat, en el distrito de Adwa, región de Tigray. Tengo cuatro hijos y tres hijas. Dos de ellos ya están casados, y los otros cinco dependen exclusivamente de mí desde que murió mi marido hace ya varios años. Para seguir adelante con los míos dispongo de los ingresos que me proporciona el trabajo en el campo, donde también están mis hijos.

Fui una de las beneficiarias de los seis pozos de agua que la fundación financió en nuestra zona en 2007. El agua es la necesidad más importante de mi poblado. Antes tenía que caminar tres horas para recogerla y llevarla a casa, y además estaba contaminada porque bebían de ella todo tipo de animales.

Debido a la carga, todos acabábamos con problemas de espalda. Ahora tenemos tiempo y energía para realizar otras tareas y la salud de mi familia ha mejorado. Solo tenemos que caminar 15 minutos hasta el pozo sabiendo que el agua de allí es potable. Recogemos entre 60 y 75 litros para nuestro consumo familiar diario.