Uuriintsolom

Soy una niña de nueve años que va a la escuela del pueblo. Soy muy buena estudiante. Mi padre nos abandonó a mí; a mi madre, a mi hermana de 18 años, y a mis hermanos de 16 y 13. Todos ellos estudian secundaria y mi madre que tiene 43 años está sin trabajo, y aunque a veces vende pequeños objetos en la calle, no gana más de un dólar y medio o dos al día. Los niños recibimos una ayuda del gobierno para las familias más pobres de 10 dólares al mes. Nuestro hogar se incendió y nos quedamos sin techo, teníamos que vivir en una casa en ruinas. 

Mis hermanos y mi madre, con la ayuda, participaron en el montaje de la nueva casa, ¡se les veía tan contentos! Nuestro nuevo hogar nos ha cambiado la vida.