Vivo en Gara Kume, en el área de Mendida. Antes, tenía que abastecer a mi familia de agua en un riachuelo cercano. Usábamos la misma tanto para beber como para las necesidades del hogar. En la época árida del invierno el río se secaba completamente y, durante el verano y a causa de las inundaciones, las aguas bajaban llenas de basura y lodo.
Ahora, con la construcción del pozo nuevo, podemos beber agua potable y enfermamos mucho menos. Con el agua del riachuelo siempre teníamos problemas estomacales, por lo que debíamos ir al centro de salud más cercano, a una hora de camino.
Gracias al pozo, ya no tenemos que ir tanto al médico ni comprar medicamentos. Abriremos una cuenta en el banco donde ingresaremos lo que vayamos ahorrando al no tener que adquirir fármacos.