Vivo con mi madre y mi hermana menor de seis años. Mi madre trabajaba en una fábrica de producción de ladrillos pero perdió su empleo por una reducción de personal.
Ahora tengo que recoger basura del vertedero, latas vacías y papeles que revendo en el mercado. De esta manera podemos comprar comida y carbón para la calefacción de casa. Antes vivíamos cerca del vertedero en un cobertizo hecho de cartones, telas y metal. Aquí, los niños recibimos un ingreso mensual de 23 dólares y mi madre gana alrededor de un dólar y medio al día.
El nuevo ger nos ha hecho la vida más fácil. Con estos ingresos las condiciones son muy difíciles pero tener una casa nueva nos supone un gran alivio.