Aquí la tierra es muy pobre y resulta imposible cultivarla. La cría de animales es el único negocio posible.
Con el microcrédito de Azercredit empezamos comprando tres terneras, lo que nos ayudó mucho ya que en ese momento nuestros hijos no trabajaban y nos era muy difícil llevar una vida normal. Hemos ido creciendo y hasta pudimos compramos un tractor de segunda mano y un camión para el transporte de agua.
Mi marido y yo prácticamente no fuimos a la escuela, y es por eso que estamos muy contentos porque nuestra hija esté a punto de acabar la educación secundaria.