Experimenté un genocidio en mi país. Por sus crímenes durante ese tiempo ahora mi padre está en prisión. Vivo con mi madre, somos seis en casa y ella tuvo un momento muy difícil para que yo pudiera ir a la escuela.
El patrocinio me ha permitido continuar mis estudios. Puedo ir a la escuela, donde aprendo muchas cosas y la paso muy bien.