Me quedé huérfana al morir mis padres víctimas del SIDA. Tengo a mi cargo una hermana que es seropositiva. Vivimos con mi abuela y cinco chicos que también son huérfanos. Somos muy pobres, pero no por ello dejo de sonreír.
Gracias al apadrinamiento, y aunque tengamos dificultades económicas, he podido continuar con mis estudios. Ahora mismo estoy en el nivel senior 3. ¡Y no lo voy a dejar!