Beneficiarios de la formación en panadería. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Beneficiarios de la formación en panadería. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Una madre y su hijo disfrutan de las galletas de la panadería. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Una madre y su hijo disfrutan de las galletas de la panadería. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Francisville, en Puerto Príncipe, es una de las zonas más desfavorecidas de Haití. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Francisville, en Puerto Príncipe, es una de las zonas más desfavorecidas de Haití. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Exterior de la panadería. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Exterior de la panadería. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
El exterior de los talleres. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
El exterior de los talleres. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Interior del taller de panadería. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Interior del taller de panadería. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
La formación en mecánica. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
La formación en mecánica. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Un joven se forma en la preparación de la pasta. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
Un joven se forma en la preparación de la pasta. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
El taller de mecánica. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
El taller de mecánica. Fuente: Fundación Nuestros Pequeños Hermanos

Problemática Social

Haití es el país más pobre de América y uno de los más miserables del mundo. La reducción de la tasa de desempleo juvenil es un gran desafío ya que en 2008 el 34% de los jóvenes no tenía trabajo.

Nuestra Intervención

Se trata de un proyecto empresarial que pretende construir talleres autosostenibles de formación y producción de panadería, pasta, imprenta, mecánica y carpintería, jabón, alimentos básicos de consumo, productos de comercio justo… que permitan a la juventud haitiana que no tiene recursos formarse, encontrar un oficio digno e iniciar mediante la concesión de un microcrédito un negocio propio sostenible en el tiempo.

Para ello, se construirá un centro de formación de 32 aulas y talleres donde se llevarán a cabo cada una de las actividades.

La Fundación financia la maquinaria de la panadería y para la confección de la pasta.

Impacto Social Esperado

Cada año 200 adultos y jóvenes haitianos se formarán en el centro. Por tanto, se prevé que sean unas 2.000 personas que forman parte de las familias de estos estudiantes las que se beneficien de forma indirecta del proyecto.

A pesar de la catástrofe que ha supuesto el terremoto el proyecto se ha tirado adelante.