Rami Al Kharoubi

Mi padre era dueño de una pequeña empresa contratista en la Franja de Gaza. Era la única fuente de ingresos para la familia. Sin embargo, debido al asedio y a las difíciles condiciones económicas, tuvo que cerrar la empresa. Esta situación me obligó a abandonar la universidad.

En ese momento, acudí a FATEN y recibí el préstamo que necesitaba para comprar nuevos equipos y reimpulsar la compañía de mi padre. Cuando el negocio progresó de nuevo, pude contratar dos empleados que me ayudaran.

Finalmente, logré reanudar mis estudios universitarios y mantener a mi familia.