Vivo en Tsnori. Podríamos decir que, a mi edad, soy todo un ejemplo de mujer emprendedora.
Mi caso, de gran éxito, no es lo más habitual: con la ayuda de varios microcréditos he conseguido tener una granja con 85 cabezas de ganado; cultivar 35 hectáreas de trigo, maíz y cebada, y 8 hectáreas más de viñedos. En 2010 pedí otro crédito, que de micro tiene poco: 7.000 dólares para mejorar el sistema de riego y el almacén de mi granja.
Tener que cuidar de mi marido enfermo no me ha supuesto ningún impedimento para desarrollar mi propio negocio.