Tenía que caminar cuatro horas para ir al colegio y cuatro horas más para volver, subiendo y bajando montañas. El año que viene estaré en el undécimo curso de secundaria, pero llegué a pensar que viviendo tan lejos de la escuela mis padres no me dejarían continuar con mis estudios.
Construyeron una escuela en Tercha, cerca de mi casa. Los jóvenes como yo tenemos la oportunidad de acabar nuestros estudios y conseguir lo que nos propongamos. Una vez acabe el colegio me gustaría estudiar medicina para mejorar la salud de la gente del campo.