Primeros alumnos del parvulario. Fuente: Ecos de Mali
Primeros alumnos del parvulario. Fuente: Ecos de Mali
Niños en el aula del parvulario. Fuente: Ecos de Mali
Niños en el aula del parvulario. Fuente: Ecos de Mali

Problemática Social

Los colegios públicos, particularmente en zonas rurales de Mali, en la que se encuentra Kanso, están faltos absolutamente de recursos, tanto en infraestructuras como en profesorado. La orografía y el mal estado de los caminos dificultan los desplazamientos para que los niños puedan llegar a un colegio.

Nuestra Intervención

Ecos de Mali trabaja en proyectos integrales para dotar de infraestructuras básicas a la localidad de Kanso. El colegio que se ha construido, con la importante colaboración de la Fundación Netri, ahora ofrece enseñanza de calidad y comidas diarias para los +180 niños cursando primaria y secundaria. 

Las autoridades académicas regionales, le han comunicado que actualmente consideran al colegio de Kanso como el mejor de la zona, lo que tiene como consecuencia, que reciba alumnos de otros poblados, algunos de los cuales, dada la distancia deben pernoctar en Kanso. A este efecto han organizado una residencia para ellos.

Para complementar las instalaciones de primaria y secundaria construidas entre 2018 y 2020, esta nueva aportación de Netri viene dedicada a la construcción del parvulario del centro educativo de Kanso. El objetivo de esta iniciativa es el de facilitar la futura inserción escolar de los “pequeños” de Kanso, aprendiendo al tiempo que juegan.

Impacto Social Esperado

Las niñas y niños de Mali inician su vida escolar a los seis años. Es el primer curso del primer ciclo. La enseñanza en Mali se realiza obligatoriamente en francés, idioma que desconocen totalmente, y que en las zonas rurales no habla nadie de su familia ni de su entorno. Es para ellos una lengua extranjera. El hecho de que los niños y niñas tengan la posibilidad durante dos o tres años de recibir una preformación, será una gran ventaja para su rendimiento académico en el futuro.

Por otra parte, también desde un punto de vista de la salud, es positivo, ya que estos “pequeños” tienen una alimentación escasa en sus hogares. En el “jardín d’enfants” reciben un vaso de leche al inicio de las clases y tienen derecho a la comida de la cantina.

La asistencia de los niños a una preescolar, tiene también un beneficio complementario para sus madres, que actualmente, ya cargadas de un enorme trabajo, deben ocuparse de sus hijos.