Mujer aprendiendo de escribir su nombre. Fuente: Fundación Guné
Mujer aprendiendo de escribir su nombre. Fuente: Fundación Guné
Mujer aprendiendo de escribir su nombre. Fuente: Fundación Guné
Mujer aprendiendo de escribir su nombre. Fuente: Fundación Guné

Problemática Social

La Región de Kolda es la región más pobre de Senegal. Cuenta con una población muy joven, en su mayoría sin acceso a los servicios básicos de educación, salud, infraestructuras de agua potable, carreteras o red eléctrica y con elevados índices de desocupación que comportan un éxodo rural muy elevado hacia zonas urbanas. 

La tasa de analfabetismo de su población puede alcanzar en las pequeñas aldeas el 79% de la población. El 80% de los niños menores de 5 años sufren desnutrición. A pesar de tener una gran potencialidad agrícola, tiene que hacer frente a numerosas dificultades a nivel productivo, de conservación y de comercialización.

Nuestra Intervención

En colaboración con la Fundación Guné, que ha desarrollado proyectos similares en más de 120 aldeas de la zona en los últimos años, se pretende consolidar un proceso de seguridad alimentaria nutricional. Además, incorporamos un enfoque de género, para el ejercicio efectivo del derecho humano a la alimentación de la población rural de la comuna de Kandiaye. 

El proyecto se articula en torno a tres ejes:

      • Acceso y disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficiente, a través de la gestión sostenible de recursos naturales (tierra, agua y semillas).
      • Fortalecimiento de organizaciones de mujeres campesinas, potenciando sus capacidades técnicas, incluida la alfabetización.
      • Adopción de prácticas nutricionales para incidir en el adecuado uso de alimentos y contribuir en la erradicación de la desnutrición infantil.

El proyecto se desarrolla de noviembre de 2019 a octubre de 2020, en 5 aldeas de la comuna de Kandiaye, situada en la región de Kolda (Senegal). 

Impacto Social Esperado

Al finalizar el proyecto se estima que, en los municipios de intervención, 150 mujeres y sus familias incrementen el rendimiento de sus cultivos una media del 40-45%. De este modo pueden beneficiarse de una diversificación de la alimentación, reduciendo los casos de desnutrición de sus hijos e hijas.

Se espera que las mujeres que participen en el programa adquieran nociones de lectoescritura y cálculo, aumentando su autonomía económica y su autoestima y confianza.

Según los resultados de proyectos previos, se ha comprobado un incremento de la comercialización agrícola, especialmente entre las mujeres, aumentando un 80% sus ingresos gracias a la venta de excedentes en los mercados de proximidad.