Una familia disfruta del interior de su nuevo hogar. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Una familia disfruta del interior de su nuevo hogar. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Una de las familias beneficiarias delante de su nueva ger. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Una de las familias beneficiarias delante de su nueva ger. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Vista exterior de una ger. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Vista exterior de una ger. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Una joven hace sus deberes en la ger. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Una joven hace sus deberes en la ger. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Un joven estudiante con su familia en la nueva casa. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Un joven estudiante con su familia en la nueva casa. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Tres pequeños y su nuevo hogar. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation
Tres pequeños y su nuevo hogar. Fuente: Christina Noble Children’s Foundation

Problemática Social

El invierno en Mongolia es uno de los más duros que se puedan imaginar, haciendo de Ulán Bator (Ulaanbaatar) la capital de estado más fría del mundo. La temperatura suele ser de -30ºC durante las semanas más frías y llegar a –40ºC no es nada inusual. Hay mucha gente con muy pocos recursos que viven hacinados en chabolas o incluso en los descansillos de las escaleras de un edificio.

Nuestra Intervención

El proyecto consiste en la construcción de 20 gers (casas o tiendas tradicionales mongolas) para 20 familias sin recursos, equipándolas con una cocina con chimenea que hace las veces de estufa, y dos camas y un lavabo. El ger o yurta es la vivienda típica del campesino nómada mongol y consiste en una tienda de fieltro, resistente a las gélidas temperaturas de la zona, y una estructura interna de madera que la aguanta.

Impacto Social Esperado

Con la donación de estas gers se consigue no solo apartar a esas familias y niños de las condiciones de insalubridad enormes en las que viven sino además, cambiar su estado emocional; con lo que ganan en seguridad, esperanza y optimismo de cara al futuro.

Con este proyecto se ayuda también a reactivar la economía local al comprar los materiales para la construcción, así como la estufa/cocina, las camas, y el lavabo a proveedores de la zona.

Como siempre, una gota de ayuda en todo un océano de necesidad, pero que a nuestra protagonista Munguntuya le ha cambiado la vida.