Tengo 18 años y vivo en Robit con mi madre y mis tres hermanos y, aunque no tengo hijos, cuido de mi sobrina que vive con nosotros. Mi casa, como muchas en Robit, tenía un pozo que recogía el agua de la lluvia y que mis hermanos se encargaban de mantener cavando la tierra.
El agua acumulada en él no daba para mucho y, al ser un pozo abierto, se contaminaba con el paso del tiempo, o quedaba destrozado por las inundaciones en la época de lluvias. De ese pozo sacábamos el agua para beber, cocinar, bañarnos y lavar la ropa, así como para dar de beber al ganado.
Cuando el pozo se secaba teníamos que ir a buscar agua al río que pasa por el centro del poblado, cavando alrededor del cauce para buscar pequeñas bolsas de agua aisladas y libres de excrementos de animales y demás contaminación. Todo el poblado estaba allí y se llegaba a abarrotar de tal forma y la cola para recoger agua era tal que muchas veces yo tenía que recogerla directamente del río.
Estoy muy contenta ya que ahora tenemos agua potable al lado de casa. No tenemos que esperar ni hacer cola para recogerla y podemos tener tanta como queramos.