Estoy en noveno curso en la Escuela Hermavathi y vivo en Gollamaranapalli. Mis padres se llaman Lingappa y Sakamma, son analfabetos y tienen trabajos artesanales.
Las chicas de la aldea no teníamos un transporte adecuado para ir a la escuela así que íbamos andando. Salía de casa una hora antes porque tenía que caminar cinco kilómetros para llegar, era demasiado para ir con la mochila llena. Volvía muy cansada a casa, y no me concentraba en las clases ni podía terminar mis deberes. A veces hacía autoestop, pero es algo peligroso para una chica de mi edad.
Ahora tengo una bicicleta nueva. Me siento muy cómoda yendo a la escuela en ella y llegando a la hora, y además estoy mucho más atenta en clase.
Estoy muy agradecida por esta oportunidad ya que podré rendir mucho mejor en mis estudios. Ahorro mucho tiempo que dedico a estudiar en casa y hacer los deberes. La bicicleta es muy útil en mi día a día.